viernes, 28 de octubre de 2011

28 de octubre, fiesta nacional aquí (o por qué las ferreterías está cerradas)

Es indudable, y en los libros se puede encontrar, que la historia de la república checa ha sido una historia de invasiones, de reyes ajenos, imperios foráneos y gobiernos que hablaban en otros idiomas. les ha costado siglos de vidas lograr la tranquilidad de la que gozan hoy en día, muchas muertes y más paciencia. como explica tomás frente a las escaleras del teatro rudolfinum, solo a través del particular sentido del humor checo, de su ralentizada concepción del tiempo y de su inimitable cerveza, puede explicarse la historia de un país por donde han pasado el reinado de los luxemburgo, de los austrias, de los imperios germánicos,los nazis y los comunistas, estos 3 últimos en menos de un siglo. fíjate si les ha costado, que tuvieron que esperar al 28 de octubre de 1918, tras una primera guerra mundial de la que los checos (y los eslovacos) acabaron más que hartos, para proclamar por primera vez la creación del estado independiente de checoslovaquia. aquel día, en la casa municipal (lo que hoy es la sede de la orquesta sinfónica de praga, junto a la torre de la pólvora) los poderes soberanos pasaron a manos de un exiliado de 68 años llamado Tomás Masaryk, al que se le considera padre fundador de esta nación tan llena de personajes humildes y luchadores. tardó casi dos meses en regresar para ponerse manos a la obra y fue reelegido sucesivamente en los años 20, 27 y 34 del siglo pasado, hasta que en 1935 tuvó que abandonar su puesto por motivos de salud (tenía 85 años). Murió en el 37, y su legado ideológico fue borrado por un comunismo que dio su pistoletazo de salida precisamente con la tercera defenestración de praga, la de jan masaryk, hijo de aquel primer presidente checoslovaco, que apareció muerto bajo la ventana del cuarto de baño del ministerio de asuntos exteriores en 1948. hoy en día, el nombre de Tomás Masarik ocupa un lugar privfilegiado en la memoria colectiva junto al nombre de los otros dos héroes de la nación: jan hus y alexander dubcek (ya hablaré de estos dos en otro momento). y hoy, por todo esto, es fiesta nacional aquí, en recuerdo a aquel 28 de octubre de 1918 en que los checoslovacos consiguieron al fin su independencia como nación, un gobierno propio, y un país que intentara (aunque luego vinieran los nazis y los comunistas) vivir en una tranquilidad de la que nunca les dejaron gozar. hoy, brindamos aquí con una lager autóctona, una pivo rebosante, una pilsen fría como las noches de esta ciudad, por la historia de un pueblo al que se le coje cariño por sus tan enormes como humildes hazañas, protagonizadas por hombres y mujeres pacientes como un cigarro en el cenicero, resistentes como el puente de karlovo y tenaces como solo los sueños lo son. así que solo puedo decir al respecto: nasdrabi!!! (las fotos las subiré cuando logremos domesticar la nueva cámara de sol, aun en pretemporada)

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